En el libro "Una mujer cabalga a la bestia" de Dave Hunt, en la pagina 134... leemos la informacion siguiente: "La Inquisición católica en Holanda, donde estaban casi todos los anabaptistas, quemó decenas de miles en el poste de la hoguera por adoptar el bautismo de adultos de los que habían llegado a una fe personal en Cristo. Los que dieron ayuda o refugio a los herejes sufrieron el mismo castigo. El grupo más numeroso de anabaptistas siguió las enseñanzas de Menno Simons y llegaron a conocerse como menonitas. Menno escribe: (alrededor de 1539) un hombre muy piadoso y temeroso de Dios, Tjard Reynders, fue arrestado en el lugar adonde yo me dirigía por razon de que él me había recibido a mí, hombre sin hogar, aunque en secreto... después de una confesión libre de su fe [en Cristo solamente], lo torturaron en la rueda y lo ejecutaron como un valiente soldado de Cristo, según el ejemplo de su Señor a pesar de que tenía el testimonio, aun de sus enemigos, de que era un hombre intachable y piadoso.
Las historias de los mártires que, debido a que pusieron su fe en Cristo solamente y eran devotos a é1, fueron torturados y matados, muchos en las llamas, presentan un cuadro que en su expresión patética y trajica es casi increíble. Nos enteramos tanto del terror que enfrentaron con coraje a manos de los que pretendían estar sirviendo a Cristo, como de su fe, de cartas que escribieron mientras esperaban la ejecución. Considérese este breve extracto de una carta que Hans Van Munstdorp escribió a su esposa cuando ambos estaban en la prisión en Amberes: Te envio un afectuoso saludo, mi amada esposa, a quien amo de corazón... y ahora debo abandonar por la verdad [por] la que debemos estimar todas las cosas como perdida por amor a él sobre todo... mi mente todavía está sin vacilar y firme para adherirse a la verdad eterna. (Espero) por la gracia del Señor que este también sea el propósito de tu mente, de lo cual me regocijaría escuchar. Con la presente te exhorto mi amada oveja, con el apóstol: "Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias... "
El 19 de septiembre de 1573, después de la muerte de su esposo y después que ella había dado a luz en Ia prisión, Jenneken Munstdorp escribió una carta de despedida a su hijita. Era una larga exhortación para vivir para Cristo, llena de referencias de las Escrituras y enseñanzas de la Palabra de Dios para guiar a su hija a medida que creciera. Este breve extracto de esa carta revela el amor y la fe de una joven madre y mártir: Que el verdadero amor de Dios y la sabiduría del Padre te fortalezcan en virtud, mi queridisima hija... Te encomiendo al grande y terrible Dios Todopoderoso, quien sólo es sabio, para que te guarde y te permita crecer en su temor... tú que todavía eres tan joven y a quien debo dejar en este mundo impío, malvado y perverso. Puesto que... aquí estarás privada de padre y madre, te encomendaré al Señor; que él haga contigo según su santa voluntad... Mi querida ovejita, yo que estoy encarcelada... no te puedo ayudar de ninguna otra manera; tuve que dejar a tu padre por amor al Señor... [Nosotros] fuimos arrestados... [y] se lo llevaron de mí... Y ahora que te he... llevado bajo mi corazón con gran tristeza por nueve meses, y te he dado a luz aquí en la prisión, con gran dolor, te han separado de mi... Puesto que ahora me han entregado para morir, y debo dejarte aqui sola, mediante estas líneas debo hacer que tú recuerdes que cuando hayas alcanzado entendimiento te esmeres por temer a Dios y examines por qué y por el nombre de quién morimos nosotros dos; y no te avergüences... de nosotros; esta es la forma en que los profetas y los apóstoles se fueron, y el camino angosto que lleva a la vida eterna...
Quizás la mayor tragedia es que estos mártires han pasado al olvido. O, peor aun, que la fidelidad de ellos a Cristo en la tortura y muerte actualmente sea motivo de burla por parte de líderes evangélicos que dicen que las verdades por las cuales ellos dieron sus vidas no son importantes. Murieron para llevar el evangelio a las almas perdidas porque el evangelio de Roma estaba enviando multitudes enteras al juicio eterno. Pero a pesar de que el evangelio de Roma no ha cambiado, muchos líderes evangélicos hoy están diciendo que los católicos que siguen a Roma son salvos, y ahora están considerando a la iglesia católica romana (¡iglesia que quemó a gente en la hoguera por diseminar las Escrituras!) como a una asociada en la evangelización del murndo para Cristo. Los mártires deben llorar en el cielo - no por ellos mismos, sino por los perdidos - si Cristo les permite enterarse de la traición indiferente de la fe por la que ellos murieron.
Este informe sobre el martirio de Hans y Janneken von Munstdorp tambien es descrito mas detallado en el Espejo de los Martires. En este Espejo de los Martires estan documentados miles de crimenes atrozes, los cuales la iglesia catolica cometio contra cristianos. Como la institucion asesina-catolica lo logro de integrar algunas iglesias libres en un colectivo ecumenico comun, quedara incomprensible.
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